Noelia Pérez
¿Existe acaso una relación entre qué tan conocida y publicitada es una película, una serie de televisión, una banda o un autor – es decir, qué tan mainstream es – y la calidad de entretenimiento que aporta?El dilema presentado en este artículo surgió por una conversación con una amiga que se autodenomina a sí misma hipster. Un día le pregunté si planeaba ver la nueva temporada de Stranger Things. Ella me respondió que no estaba en sus planes. Además, añadió a manera de broma que ella era hipster por lo que no podía seguir los gustos de las masas y tendría que esperar a que la serie dejara de ser comentada por todos o, en el peor de los casos, esperar a que se volviera un clásico en unos años para poder verla.
Si bien el comentario de mi amiga era en son de broma, este me hizo reflexionar. Esto se debe a que, luego de muchos años navegando el ciberespacio, puedo afirmar que la opinión de muchas personas – específicamente aquellas que tienen al menos una pequeña vena hipster en sí– respecto a cualquier tipo de producción mainstream es así. Inclusive, se puede llegar a generalizar diciendo que todas estas producciones no son entretenimiento de calidad. El dilema hipster surge en este contexto: ¿Será posible afirmar que toda aquella producción mainstream es automáticamente mala en todos los sentidos de la palabra? ¿Existe la mencionada relación?Por un momento jugaré a ser el abogado del diablo e intentaré argumentar por qué una producción mainstream es mala. Por ejemplo, en el caso de las películas mainstream, estas se podrían calificar como malas porque las historias que cuentan no son originales o trascendentales, porque carecen de personalidad o porque se adecuan a lo que pide el público para obtener exorbitantes ganancias en taquilla, olvidando el arte cinematográfico en sí. Mi opinión personal ante este dilema es que dicha relación no existe. El hecho de que una producción sea mainstream no afecta ni tiene una relación con la calidad de la misma. Sin embargo, no está de más usar un poco de la lógica para resolver el dilema planteado de manera objetiva. Si nos ceñimos al caso de las películas, denotemos como:A –. Una película es mainstream.B –. Una película es mala.¿Se cumple que A entonces B? Si se diera una respuesta afirmativa a esta pregunta, estaríamos cayendo en una grave generalización pues existe un sinfín de contraejemplos. Por ejemplo, tomen Batman: El Caballero de la Noche dirigida por Christopher Nolan como una película mainstream que, a pesar de serlo, es alabada por la crítica. Claro está que B entonces A no se cumple. No sería lógico que toda película mala sea mainstream por definición. Existe también un sinfín de tanto películas mainstream como independientes malas.
En conclusión, ninguna de las premisas causa la otra. Mi intención con este análisis es incitar a no juzgar una producción por su etiqueta mainstream. Pero ahora uno podría pensar, ¿qué pasa si no me gusta un producto mainstream en particular? Eso está perfectamente bien siempre y cuando se analice el producto por sus propios méritos (o la falta de ellos) sin dejarse influenciar por preconcepciones. Ah, y mi amiga luego de unas semanas vio ambas temporadas de Stranger Things y las adoró.