Maestros de otras canchas: conociendo a los profesores de las academias (parte I)

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Pierina García

Si alguna vez necesitaste apoyo en un curso difícil, es probable que hayas recurrido a alguna de las famosas academias cercanas a la UP. En ellas, carismáticos profesores promueven un ambiente amigable para reforzar los conocimientos aprendidos y practicar mucho más.  El día de hoy  contaremos la historia de uno de ellos:

  • Guillermo Pflucker Ruiz, conocido como “Guille” de Delta, es muy apreciado y recordado dentro de la comunidad pues lleva 30 años enseñando a los alumnos UP.

¿Cuál es su carrera y dónde estudió?

Yo estudié dos cosas: Ingeniería Civil en la UNI e Historia en San Marcos. Desde joven era muy bueno en matemáticas, pero también me gustaban las letras. Ingresé a temprana edad a la UNI en el año 72, pero en el cuarto año ya no quería saber nada más de la matemática, la física y la química. Entonces, postulé a San Marcos y concluí tres años de Historia. En la facultad de Letras, llevé cinco cursos de Economía y desde ahí me gustó esa carrera.

¿Cómo llegó a enseñar y cómo fueron sus primeros días como profesor?

En la academia donde me preparé para dar mi examen de admisión a la UNI, me dieron la oportunidad de enseñar como jefe de prácticas de álgebra a los 16 años. Ello porque había ingresado dentro de los primeros puestos. Durante el primer verano que enseñé me asignaron cinco salones, algo inusual para un profesor nuevo. A medida que cambiaban los salones, la repetición y la práctica hicieron que mi desenvolvimiento sea mejor frente a casi 150 personas. Me gustó mucho.

¿Cuándo comenzó a enseñar a los alumnos de la UP?

Hasta el año 87, me dedicaba a la preparación preuniversitaria para ingresar a la UNI. En el año 88, me contacté con un grupo de cinco alumnos del Markham que estaban en la Pre Pacífico. En esa época el ingreso a la UP era muy difícil y competitivo por eso la preparación era exigente. Entonces, ellos fueron mis primeros alumnos de esta universidad.

¿Cómo considera a los alumnos UP y cómo es su relación con ellos?

En la UP no encuentras vagos porque el ritmo y la exigencia son fuertes. El alumno aprovecha la clase y está interesado, ellos me exigen y eso es bueno. Existe una buena confianza, hay un trato horizontal que brinda la confianza de preguntar cuando en serio no se comprende un ejercicio. El alumno sabe que el costo de oportunidad es muy alto, por eso no puede perder el tiempo.

¿Cuál es la anécdota más resaltante que tenga de sus alumnos?

Un día los chicos se pusieron a jugar carnavales dentro de la academia y la inundaron. Utilizaron una manguera contraincendios, la abrieron e hicieron flotar el parqué.

​​¿Mantienes contacto con los alumnos? ¿Sabes cómo son sus desarrollos profesionales?

Ahora que existen las redes sociales, es más fácil mantener la comunicación, puedes ir siguiéndolos. A veces te hablan porque te quieren recomendar a un sobrino o a un hermano menor. Nunca falta el alumno que regresa cuando se gradúa y, de la alegría, nos vamos a comer un ceviche. En general, a la mayoría les va bien.

¿Tiene algún proyecto personal a parte de la docencia o en el mismo rubro?

Dentro de la docencia, como grupo de estudio, hemos desarrollado una plataforma virtual de enseñanza llamada Educanet. Está 100% operativa y ya se puede acceder. Tienes tres tipos de clases: clases particulares, seminarios y el dictado de teoría. Esta nueva plataforma abarcará más instituciones educativas que la Pacífico, incluso hay un proyecto para capacitar a profesores de provincia y así promover la educación.

 ¿Qué mensaje le daría a los alumnos de la UP?

Siempre les digo que aprovechen el tiempo: “Carpe diem”. Tienen que saber valorar todo lo que sus papás les dan porque no todos pueden acceder a una universidad como la Pacífico. También tienen que aprovechar a sus maestros, escuchar una clase del profesor Yamada es impagable: es uno muy bueno y lo tienen en la universidad. En los estudios, tienen que practicar y resolver ejercicios, se aprende cuando yerras. Mi objetivo es ser un preparador y desestresarlos para que den su prácticas tranquilos, tienen que saber que están preparados.

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